La crisis económica de 2.008 provocó la quiebra de muchos negocios, la pérdida de muchos empleos, y el lanzamiento de muchos desahucios, lo que a su vez cargó de culpabilidad a las personas que sufrieron el fracaso, y hubo hasta suicidios; pero ellos no tenían culpa de nada, sino los financieros que provocaron la bancarrota. Yo mismo sufrí una depresión cuando cerré mi negocio en 2008, de la que me costó años salir.
“¡Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa!” Nos han regañado tantas veces a lo largo de la vida que al final uno acaba sintiéndose culpable de todo, sin saber de qué realmente. En mis pesadillas siempre hay alguien echándome la bronca por un tema que ignoro. En mi última siesta soñé que iba de nazareno penando por mis culpas, caminando lentamente por el centro de una calle conocida. Pero fue una sensación muy agradable, porque me sentía perdonado y consolado.
CULPABILIDAD
¡Cuántas veces en mi vida me he sentido culpable de algo, sin saber de qué exactamente! Cuando surge un problema siempre buscamos a alguien a quien echarle la culpa, y cuando no hay problemas, parece como si nos faltara algo necesario para sentirnos culpables o para echarle la culpa a alguien. En política sólo se preocupan de culparse unos a otros, en lugar de solucionar los problemas.
¡Hay que ver como nos han metido el complejo de culpa hasta el tuétano de los huesos, que parece que nos falta algo cuando no encontramos motivos para sentirnos culpables! Yo regaño a mis gatos cuando hacen alguna travesura, pero no consigo meterles el complejo de culpa que tenemos los seres humanos, porque son criaturas libres y evolucionadas.
En la cultura cristiana todos nacemos culpables del llamado “pecado original”, y nos hacen sentir culpables constantemente, para que tengamos algo que confesar, algún motivo para torturarnos a nosotros mismos. En la dictadura de Estalin todo el mundo era culpable de algo, y estaba mal visto por la sociedad si no tenías algo que confesar o de lo que pedir perdón a todos. Esto demuestra que el comunismo era hijo de la cultura judeo-cristiana, aunque fuera materialista.
Según la doctrina cristiana el llamado “pecado original” es un pecado en que es concebida la persona por descender de Adán y Eva. Dicho estado pecaminoso sería transmitido a toda la humanidad y consistiría en la privación de la santidad y de la justicia originales, las cuales se supone que poseían Adán y Eva en un principio antes de comer del fruto prohibido.
En la satánica Inquisición, la no confesión de una acusación se consideraba como prueba de culpabilidad. Es decir, que no existía el principio de presunción de inocencia. Eras culpable por el simple hecho de estar acusado, con o sin pruebas, y al final no te quedaba más remedio que confesar un delito imaginario para evitar el suplicio de la tortura: “Sí, lo confieso, yo asesiné a Manolete.”
DEFINICIONES
La culpa es la imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta.
- En Derecho es la omisión de la diligencia exigible a alguien, que implica que el hecho injusto o dañoso resultante motive su responsabilidad civil o penal.
- En Psicología es la acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado.
- Y en Teología es un pecado o transgresión voluntaria de la Ley de Dios.
Nos hacen sentir culpables por el mero hecho de haber nacido, y hasta hay quien dice que cada vez que respiramos estamos contaminando la atmósfera con anhídrido carbónico, para que nos sintamos culpables de la contaminación, cuando en realidad el CO2 es el alimento de las plantas. Toda esta imputación dolosa tiene un objetivo muy claro: robar nuestro poder, reducirnos a la nada, y sacarnos dinero sobre todo.
Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) tratan de culparnos del hambre en el mundo y del cambio climático para sacarnos dinero, porque la culpa es un gran negocio. Pero resulta que la mayoría de los donativos no llegan a las personas necesitadas, porque se pierden en gastos organizativos, como el pago de sueldos a los directivos, y el cambio climático es un fraude en el sentido de que se debe a ciclos naturales y es un calentamiento glacial porque se producen temperaturas extremas tanto en verano como en invierno. Pero no quieren quitar la contaminación con tecnologías limpias que ya existen porque el petróleo también es un gran negocio.
PSICOLOGÍA
El sentimiento de culpa es considerado como una emoción negativa que, si bien a nadie le gusta experimentar, la psicología lo consideranecesario para la correcta adaptación a nuestro entorno.
Muchos autores coinciden en definir la culpa como un afecto doloroso, que surge de la creencia o sensación de haber traspasado las normas éticas personales o sociales, especialmente si se ha perjudicado a alguien.
Según los psicoanalistas, este sentimiento tiene su origen en el complejo de Edipo, en el cual el niño deseó la desaparición de su padre, y la niña la desaparición de su madre.
Al lado de la culpabilidad real objetiva, que es la violación grave de una norma, hay muchas personas con un sentimiento, más o menos claro, de falta subjetiva, que se manifiesta inconscientemente en el comportamiento, o inspira esa angustia del ser humano abrumado por un crimen no revelado o imaginario que Franz Kafka describió de manera sobrecogedora. Por eso no hay nada mejor para comprender la culpabilidad que leer la novela “El Proceso”.
“El proceso” (The Trial) también es una película de coproducción europea de 1962, dirigida por Orson Welles, quien también escribió el guión, basado en la novela homónima de Franz Kafka. La película contó con Anthony Perkins, Romy Schneider, Jeanne Moreau, Orson Welles, Elsa Martinelli y Akim Tamiroff en los papeles principales. Fue galardonada con el Premio de los Críticos 1964 a la mejor película de Orson Welles.
“EL PROCESO”
“El Proceso” (“Der Prozess” en alemán) es una novela inacabada de Franz Kafka, publicada de manera póstuma en 1925. En el relato, un tal Josef K. es detenido una mañana por una razón que desconoce. Desde este momento, el protagonista se adentra en una pesadilla para defenderse de algo que nunca se sabe qué es, y con argumentos aún menos concretos, tan sólo para encontrar, una y otra vez, que las más altas instancias a las que pretende apelar no son sino las más humildes y limitadas, creándose así un clima de inaccesibilidad a la ‘justicia’ y a la ‘ley’.
El famoso inicio del relato reza “Alguien debió de haber calumniado a Josef K., porque una mañana fue detenido sin haber hecho nada malo.”Un par de funcionarios detienen al gerente bancario Josef K., limitándose a decirle que se encuentra procesado.
Desde ese momento Josef K. es sujeto de un asfixiante procedimiento judicial que poco a poco se apodera de su vida; es interrogado en infectas dependencias de tribunales decadentes, instalados en buhardillas de la periferia; es espectador de extrañas situaciones relacionadas a los burócratas que lo rodean, y conoce a personajes que parecen querer ayudarlo, pero son tan impotentes como él, frente a las muchas instancias y niveles del poder judicial.
Lo más desesperante que encuentra el enjuiciado K. es que no sabe ni siquiera qué tribunal lo está acusando. Descubre que, quien trata de procesarlo, es una especie de tribunal alternativo al de la ciudad, mucho más complejo, y con una línea de poder que él no puede visualizar. No es capaz de defenderse porque no puede enfrentar cara a cara al juez que lo llama a cuentas, ya que este llamado sólo llega a K. a través de interminables mensajeros, los cuales le dan distintas actualizaciones sobre el desarrollo de su proceso.
Una noche dos guardias vienen a buscarlo. Sin decirle nada, lo acompañan hasta las afueras de la ciudad donde, a pesar de un leve brillo de esperanza, terminan por ejecutar su condena a muerte. Josef K. en sus últimos momentos sólo desea aligerar la misión de sus captores y poner fin al proceso, asumiendo como cierta una culpa desconocida. Al final muere sin saber por qué, ni de qué está acusado, ni quién lo acusa.