En Roquetas de Mar, y en la comarca del Poniente, en general, escaso seguimiento de la huelga. Abrieron la inmensa mayoría de los establecimientos comerciales y hubo escasísimos incidentes, con leves conatos de enfrentamientos en Gran Plaza. Allí, a las seis y media de la mañana coincidieron piquetes, empleados y agentes de la Guardia Civil.
Se intentó evitar que los trabajadores de Leroy Merlin acudieran temprano al puesto de trabajo, pero la fuerte presencia policial abortó la acción de los piquetes. Pasadas las diez de la mañana, hora de apertura de la superficie comercial, era casi mayor la presencia de agentes uniformados que de clientes o piquetes. Los sindicalistas aplaudieron a un cliente que inicialmente iba a hacer una compra grande y luego se echó a atrás reconociendo que había razones para la huelga, y se enfrentaron con un guardia jurado que impidió el reparto de octavillas arrebatándolas de la mano de un sindicalista. Ante la presencia policial decidieron protestar cortando el tráfico mientras cruzaban una y otra vez por el paso de peatones de la carretera de Alicún, provocando durante escasos minutos una larga retención de automovilistas, con los que hubo conatos de enfrentamiento. Inmediatamente la Guardia Civil, que seguía vigilando la entrada de Gran Plaza, se presentó para regular el tráfico, disolviéndose los sindicalistas. El portavoz de Izquierda Unida en el ayuntamiento roquetero, Ricardo Fernández, denunciaba que “en los almacenes de manipulado no ha habido ningún tipo de coacción por nuestra parte como se ha querido vender, quien ha querido entrar a trabajar lo ha hecho sin problemas. Es un día muy importante para todos por lo que está pasando y queremos que los trabajadores se unan y que no haya coacciones por parte de los empresarios como nos han dicho que está pasando. En el ayuntamiento ha habido asamblea de CCOO y UGT y ha secundado la huelga una parte de la plantilla. Cerraron almacenes agrícolas como Vicasol o Murgiverde en Vícar, y en Urbaser, según UGT, el seguimiento de la huelga ha sido del 100%”, manifestaba el edil de Izquierda Unida, miembro de los piquetes informativos y que durante la jornada estuvo recorriendo diversas zonas del Poniente. Por su parte, desde la organización agaria Asaja se valoraba “la jornada de huelga como tranquila y casi desapercibida. Los agricultores están trabajando con normalidad y la asistencia a la huelga es inapreciable. En el sector del manipulado y envasado por lo general destaca también la normalidad aunque algunas empresas han decidido cerrar las salidas de camiones por miedo a sufrir destrozos en instalaciones o camiones. Alguna de forma puntual ha decidido cerrar sus puertas. La incidencia es baja aunque de distinta consideración. En la mayoría de los casos se trabaja con normalidad, aunque a puerta cerrada”, informaba Asaja.
Por su parte el secretario provincial de Coag, Andrés Góngora, destacaba la normalidad en el campo, incidiendo en que “ni siquiera los sindicatos UGT y CCOO nos han pedido colaboración”. Las huelgas generales en el Poniente históricamente no tienen gran incidencia, excepto los paros agrícolas, que sí suelen contar con mucha incidencia e incluso fuertes enfrentamientos con la policía. En Vícar hubo una fuerte presencia policial en centros comerciales como Via Park. En Adra el seguimiento de la huelga fue mínimo, al igual que en Berja o en La Mojonera, con comercios que no abrieron a primeras horas de la mañana, pero decidieron hacerlo pocas horas después ante la normalidad del ambiente y la ausencia de incidentes.