Almería pierde a otro de los grandes periodistas de la tierra. No hace mucho que hubo que enterrar al fotógrafo Manolo Manzano, muchos años en La Voz de Almería y después en Ideal. Ahora es el turno del popular y carismático Manolo Álvarez, cuyo funeral se celebró en la mañana de este lunes, a las diez y media, en el Tanatorio Sol de Portocarrero de Almería. Su cadáver estuvo siendo velado durante la jornada dominical. Tras la misa, el cuerpo fue trasladado al cementerio de Aguadulce, donde recibió sepultura.
Fue la imagen inconfundible del campo almeriense, especialmente en las pantallas de Canal SI TV. Muy popular, muy querido y muy sabio. Protagonista de miles de anécdotas al conocer como nadie la agricultura y la sociedad de su tiempo. Un inagotable instinto de investigación le llevó a aprender de forma autodidacta de todas las disciplinas posibles. El paso por la escuela agraria Campomar le formó en todos los campos del sector más importante de la economía almeriense. Su peculiar experiencia con la Guardia Civil le formó interiormente.

Para despedirle, nada mejor que reproducir unas palabras de su compañero y amigo en Canal SI TV, Iván González, actualmente en la emisora musical SI FM, junto a una fotografía que el mismo Iván realizó en una comida de viejos compañeros de la desaparecida emisora de televisión, en la que Manolo aparece como era en realidad. Que Dios bendiga a nuestro buen amigo y descanse en paz.
Lo de DOCTOR ÁLVAREZ se lo puse yo ya que no sólo era un erudito en la agricultura y el campo almeriense sino también en medicina,leyes,(fue Guardia Civil antes de dedicarse al periodismo)gastronomía,en comunicación y hasta sabía de fútbol,poco pero,siempre opinaba….jejeje.
Es una buena manera de describirlo con esta instantánea:
jovial,divertido,siempre de cachondeo,contando chistes no malos sino horrorosos…jajajaja y con su Trini siempre a su vera. Uno de mis maestros y gran amigo que se marcha el último día del verano almeriense.
Mañana la ciudad y,sobre todo el campo,se teñirán de gris para acompañarlo en su despedida de lágrimas con sabor a lluvia…”