- El elixir de la inmortalidad es una poción legendaria
- Está relacionada con la Piedra Filosofal y con el oro
- Lo más parecido es el Ormus o el Oro Monoatómico
- El origen de la Comunión es el Pan de Oro Monatómico
- Todas las civilizaciones han buscado la inmortalidad
- Se puede retrasar el envejecimiento mediante el ADN
- Las células madre pueden regenerar cualquier tejido
- La vejez es una enfermedad y la salud es lo más natural
- El Arból de la Vida del Edén regalaba la inmortalidad
- Jesús habló del Agua de la Vida igual que los alquimistas
- En 1975 un alquimista transmutó plomo en oro en TVE
El ser humano lleva milenios persiguiendo la quimera de la vida eterna. Hoy en día ya se está trabajando en verdaderos “elixires de la juventud”, como retrasar el envejecimiento modificando el ADN o transferir la consciencia a otro cuerpo. De todos modos, yo creo que por mucho que se restaure el cuerpo, es el Alma quien toma la decisión de marcharse con la música a otra parte cuando lo estima conveniente y oportuno.
Mientras llega la altísima tecnología galáctica para restaurar cuerpos humanos con la ayuda de la inteligencia artificial y de la tecnología de plasma y de taquiones, que serían las extraordinarias cápsulas médicas holográficas, las personas que no tienen prisa en marcharse al otro barrio y permanecer en éste todo el tiempo que puedan tratan de llevar una vida sana y ayudarse de muchos productos naturales, algunos de ellos legendarios, que prometen muchas cosas y que sería una lista interminable de potingues naturales.
El Elixir de la Vida Eterna, también conocido como Piedra Filosofal o Elixir de la Inmortalidad, creado por el gran alquimista Nicolás Flamel, es una legendaria poción mágica que garantizaba la vida eterna. Fue una de las metas perseguidas por muchos alquimistas como remedio que curara todas las enfermedades (la panacea universal) y prolongar la vida eternamente. Algunos de ellos, como Paracelso lograron grandes avances en el campo farmacéutico. Se relaciona con la piedra filosofal, mística piedra de poderes asombrosos que transformaría los metales en oro.
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Se decía que la Piedra Filosofal era una sustancia alquímica legendaria que era capaz de convertir los metales bases tales como el plomo en oro o plata; también se decía que que con esta sustancia se podía eliminar cualquier enfermedad y alcanzar la vida eterna. Nicolás Flamel, Paracelso o Enrique Cornelio Agripa son algunos de los mas famosos alquimistas de la historia que dejaron muchos escritos sobre el tema.
GERONTOLOGÍA
Por otro lado, uno de los gerontólogos más famosos del mundo, el británico Aubrey de Grey, está seguro de que antes de soñar con la vida eterna, primero hay que derrotar al envejecimiento, debido a que éste es el problema más importante que hay en el mundo.
De Grey compara el envejecimiento con el deterioro de un coche por su uso. De la misma manera, el cuerpo humano acumula daños durante su vida. Cuando son pocos, el cuerpo los lleva bien, pero año tras año, el daño se multiplica. El experto ha llegado a la conclusión que para detener el envejecimiento, hay que reparar el daño lo antes posible.
“Hay muchas formas distintas de reparar el daño que el cuerpo recibe a lo largo de la vida. Una de ellas es la terapia con células madre”, afirma. Las células madre tienen un rasgo único: son capaces de recrear cualquier tejido del cuerpo. Reemplazan a las células viejas y moribundas, fortaleciendo nuestra salud y evitando que envejezcamos prematuramente.
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ORO MONOATÓMICO
Lo más parecido hoy en día al Elixir de la Vida es el Ormus o el Oro Monoatómico, que parece igual pero no es lo mismo. El oro monoatómico está compuesto de átomos de oro puro sin cohesión metálica que forman un polvo blanco de oro comestible que tiene propiedades legendarias, y sólo se puede realizar mediante un procedimiento secreto de Alquimia. Por lo contrario el Ormus es un conjunto de minerales monoatómicos que se encuentra en la naturaleza en mayor o menor concentración.
Yo tomo ambas cosas todos los días y mezclo el oro monoatómico con la plata coloidal porque ambos metales hacen una combinación excelente. Oro y plata para mejorar su salud, tu cuerpo y tu conexión con la Fuente.
Por su parte Alberto Canosa explica que la inmortalidad estaba en las hojas del árbol de la Vida del Paraíso Terrenal de Adán y Eva, que estaba en la Tierra Hueca y que al parecer se conserva en la Tierra Interna. Las cápsulas, comprimidos o infusiones de sus hojas nos harían inmortales en el futuro de la humanidad redimida y ascendida.
Alquimia
En 1975, dos semanas después de la muerte de Franco, un supuesto alquimista transmutó plomo en oro en televisión española. Fue en ‘Directísimo’, el mítico programa de José María Íñigo, ante millones de espectadores en sus casas.
La Alquimia era una antigua técnica practicada en la edad media, cuyos principales objetivos eran descubrir una sustancia que transmutara los metales ordinarios en oro y plata, y encontrar medios para prolongar la vida humana indefinidamente. Los alquimistas rezaban con devoción antes de hacer sus operaciones, porque el Alma Divina es quien hace el milagro en la Alquimia. El enfoque de la Alquimia es hacia el interior: convertir el plomo de la personalidad en el oro del Espíritu.
La base de la Alquimia parte de la doctrina aristotélica que postula que “todas las cosas tienden a alcanzar la perfección”. Al considerar a los demás metales imperfectos con respecto al oro, se suponía que la naturaleza los convertiría finalmente en oro. Ya por el siglo IV, un alquimista habilidoso, utilizando rituales de magia y la astrología, podría reproducir en su taller ese proceso natural. No es una ‘pseudociencia’ como dicen los materialistas de la ‘matrix’, sino la base de la ciencia moderna.
Toda la vida he sentido una fascinación extraordinaria por los maestros alquimistas como Paracelso, Fulcaneli, Cagliostro, Nicolás Flamel, Roger Bacon, Alberto Magno o Raimundo Lulio, o por las historias legendarias de los inmortales chinos o de los yoguis inmortales como Babaji. La gente que carece de imaginación es incapaz de disfrutar del estudio de estos temas. El único problema que tengo con los alquimistas es su difícil simbolismo, que no consigo descifrar.
Nicolás Flamel, mencionado en la película de “Harry Potter” fue un burgués parisino del siglo XIV, escribano público, copista y librero jurado; aunque sin duda un personaje histórico. La leyenda lo describe como un alquimista de suficiente habilidad para ejecutar las dos obras más complejas del arte alquímico: la transmutación de los metales en oro gracias a la elaboración de la piedra filosofal, y la inmortalidad.
https://www.ecured.cu/Elixir_
El más interesante de todos los alquimistas en la actualidad es mi amigo Sigmund Bathory, que aparece todos los miércoles en un canal de Inmaculada Fernández, y que sacó un vídeo en el que muestra por primera vez la fabricación de oro monoatómico en su propia casa mediante la vía húmeda de la Alquimia, pero no quiere revelar la fórmula a todo el mundo para evitar que caiga en malas manos. En enlace a su vídeo está en mi blog:
https://www.youtube.com/watch?
MI EXPERIENCIA
Cuando era universitario me ponía todos los días a estudiar con pasión a los alquimistas en la Biblioteca Nacional, en lugar de hacer mis deberes, hasta que un día un bibliotecario se enfadó conmigo de pedirle tantos libros raros. Nadie sabe lo que yo disfruté con este estudio alejado del sistema.
Luego me dediqué al estudio de los grandes yoguis de la India y de los grandes místicos españoles, y tampoco saben la emoción tan profunda que me inspiraron. Comparado con esto, los placeres mundanos nos parecen absurdos a los buscadores espirituales, y la moderna búsqueda compulsiva de sexo me parece una estupidez.
No pude termina de leer a San Juan de la Cruz porque cada vez que lo estudiaba acababa extasiado tirado en el suelo y llorando de felicidad a lágrima vida. Fue demasiado fuerte y pocos me comprenden. Por eso no se lo conté a nadie. Cuando me arme de valor, reanudaré la lectura de mi santico personal.
ESPAÑA
España no es la reserva espiritual de occidente, como dijo Franco, sino que es la reserva espiritual del mundo, y por eso quieren destruirnos los inicuos, y Toledo es la capital de la magia. Pero también abundan los magos negros de logias secretas que controlan la política, porque hay magia por todas partes, sea blanca o negra.
Cuando viví en el extranjero sentí la nostalgia o ‘morriña’, y eché de menos esa magia española, en esta tierra bendita de pasión gitana, y de amores apasionados. Por eso hay tanta gente enamorada de España. A España se la ama como a una madre o se la odia como una madrastra, pero nunca nos deja indiferentes porque tiene algo especial. La música tradicional española es apasionada, fogosa y profunda como su alma.
Estoy convencido de que España es la tierra más espiritual del mundo, como la India, el Tíbet, o las culturas nativas amerindias, y los españoles volveremos a ser grandes cuando recuperemos la espiritualidad de nuestros antepasados, alejada de fanatismos inquisitoriales, en lugar de fascinarnos tanto con el materialismo racionalista anglosajón.
Mi querida España es tierra de Quijotes, pero hay demasiados Sancho Panzas. También es tierra de toreros y de bandoleros sobre todo. Por eso hay tanta corrupción. Tierra de santos y herejes, héroes y aventureros, mártires, artistas, y de benditos místicos, borrachos de éxtasis divino, de felicidad profunda e inenarrable con palabras humanas.
España no es tanto tierra de comerciantes materialistas y prácticos como Holanda o la Gran Bretaña, por mucho que queramos imitar a nuestros vecinos europeos, aunque es verdad que hay que ser práctico en esta vida y poner los pies en tierra de vez en cuando. Por eso me identifiqué tanto con la búsqueda de la espiritualidad del movimiento hippy.
CHINA
En la antigua China, intentaron encontrar el elixir con diversos resultados. En la Dinastía Qin, Qin Shi Huang envió al general Ming con diez hombres y una mujer a los mares del este para encontrar el elixir, y ninguno regresó jamás; la leyenda dice que descubrieron la isla de Japón. Además, en la antigua China se creía que la ingestión de algunos minerales, como el cinabrio, la hematita y el jade, podía producir que una vida durara más de lo normal, a pesar del elevado contenido tóxico de mercurio del cinabrio.
Recientemente un grupo de arqueólogos halló en China una bebida de aspecto inusual contenida dentro de un envase muy particular. Había estado allí durante más de 2.000 años en una tumba de la dinastía Han (202 antes de Cristo – 8 después de Cristo) en la provincia de Henan, en el centro de China.
El líquido se encontraba dentro de una olla de bronce enterrada en la tumba. Al principio, los expertos creyeron que se trataba de una especie de licor, por el olor que emanaba. Luego de un estudio a fondo descubrieron que sus ingredientes coincidían con el de un legendario elixir de la inmortalidad, registrado en la literatura taoísta, una religión china muy antigua.
INDIA
En la India también creían en un vínculo entre la vida eterna y el oro. Esta idea probablemente haya sido adquirida de los griegos, cuando Alejandro Magno invadió la India en el año 325 a. C. Igualmente es posible que de la India haya ido a parar a China, o viceversa.
La tradición hindú fabrica oro monoatómico a través de la vía seca de la Alquimia mediante un procedimiento llamado ‘putah’ que consiste en fundir y dejar enfriar una cantidad de oro constantemente hasta obtener el polvo blanco de oro. Pero trabajar con fuego es muy peligroso.
Moisés fundió el becerro de oro y fabricó el famoso polvo blanco de oro que repartió entre su pueblo para mejorar su conexión espiritual porque fue un gran alquimista. De hecho el origen del sacramento de la Comunión está en Egipto, donde se repartía pan bendito de oro blanco.
ALEJANDRÍA
Nacida en el antiguo Egipto, la Alquimia empezó a florecer en Alejandría, en el periodo helenístico. Yo tengo muchos vínculos emocionales de otras vidas con Alejandría. ¡Hay, mi querida Alejandría, quien pudiera contemplar el esplendor de tu fabulosa biblioteca!
Se cree que el emperador romano Calígula apoyó experimentos para producir oro a partir del ‘oropimente’, un sulfuro de arsénico, y que el emperador Diocleciano ordenó quemar todos los trabajos egipcios relacionados con la química del oro y de la plata, con el fin de detener tales experimentos. En la misma época, se desarrolló una escuela de Alquimia en China.
En Arabia, bajo los califatos de los Abasidas desde 750 hasta 1258, floreció una escuela de Alquimia. Los alquimistas árabes trabajaron con oro y mercurio, arsénico y azufre, sales y ácidos, y se familiarizaron con una amplia gama de lo que hoy llamamos reactivos químicos. Su creencia científica era el potencial de transmutación, y sus métodos los llevaron a encontrar numerosas sustancias nuevas e inventar muchos procesos útiles.
EUROPA
La Alquimia, como sucedió con el resto de la ciencia árabe, se transmitió a Europa a través de España, gracias al extraordinario florecimiento que las ciencias y las artes experimentaron en Al-Ándalus durante el medievo. Los primeros trabajos existentes de la Alquimia europea son los del monje inglés Roger Bacon y el filósofo alemán Alberto Magno; ambos creían en la posibilidad de transmutar metales inferiores en oro.
Roger Bacon creía que el oro disuelto en agua regia era el elixir de la vida, y en esto no se equivocaba porque el agua regia es la clave para fabricar oro monoatómico. El agua regia es una disolución altamente corrosiva y fumante, de color amarillo, formada por la mezcla de ácido nítrico concentrado y ácido clorhídrico concentrado, en una proporción de una a tres partes en volumen.
Es una de las pocas mezclas capaces de disolver el oro, el platino y el resto de los metales. Fue llamada de esa forma porque puede disolver aquellos llamados metales regios, reales, o metales nobles. Es utilizada en el aguafuerte y algunos procedimientos analíticos. El agua regia no es muy estable, por lo que debe ser preparada justo antes de ser utilizada
Alberto Magno dominaba la práctica química de su época. En el siglo XV, el filósofo escolástico italiano Tomás de Aquino, el polígrafo mallorquín Ramon Llull y el monje benedictino Basilius Valentinus también contribuyeron mucho, por la vía de la Alquimia, al progreso de la química, con sus descubrimientos de los usos del antimonio, la fabricación de amalgamas y el aislamiento del espíritu del vino, o alcohol etílico.
PARACELSO
El más famoso de todos los alquimistas fue el suizo Paracelso (Theophrastus Bombastus von Hohenheim 1493-1541). Mantenía que los elementos de los cuerpos compuestos eran sal, azufre y mercurio, que representaban a la tierra, el aire y el agua, respectivamente; al fuego lo consideraba como imponderable o no material.
Sin embargo, creía en la existencia de un quinto elemento por descubrir, común a todos, del cual los cuatro elementos de los antiguos eran simplemente formas derivadas. A este elemento principal de la creación Paracelso lo llamó ‘Alcaesto’, y mantenía que si fuera encontrado, podría ser la piedra filosofal, la medicina universal y el disolvente irresistible.
Paracelso sostenía que la enfermedad procedía del exterior, por lo cual creó diversos remedios minerales con los que el cuerpo podría defenderse. Identificó las características de numerosas enfermedades, como el bocio y la sífilis, y usó ingredientes como el azufre y el mercurio para combatirlas.
Muchos de sus remedios se basaban en la creencia de que lo similar cura lo similar, (simila similibus curantur) por lo que fue un precursor de la Homeopatía. Aunque los escritos de Paracelso contenían elementos de magia, su rebelión contra los antiguos preceptos de la medicina liberaron el pensamiento médico.
RECIPIENTES
La tarea del alquimista quedó indisolublemente ligada a su Atanor -el productor de los “fuegos secretos”-, hornillo donde se llevaban a cabo los primeros trabajos de metalúrgica alquímica. Por lo general lo describe con forma de cuadrado o prisma. Muy cerca se encuentra una torre comunicada por un tubo con uno de los lados. La torre se llena de carbón que al encenderse comunica su calor a través del tubo, conservándose a temperatura constante.
También se destacaba en el laboratorio de los alquimistas una especie de cazuela, honda, repleta de cenizas cernidas, sobre las cuales se han de colocar los frascos o recipientes que contienen la materia sobre la que se trabaja, en sus distintos estados. Esta materia será calentada, en cada caso en un tiempo distinto y a diferentes y variadas temperaturas.
Las cenizas deben rodear totalmente la vasija, protegiéndola de la acción exterior, como un verdadero y auténtico cuenco griálico. La función exacta de esa misión protectora es la que tuvieron todos los recipientes sagrados tradicionales, desde la famosa “Caldera de Dagda” a los misteriosos “Contenedores de la Eterna Juventud” de las leyendas populares.
EL AGUA DE LA VIDA
Escritos que se remontan al siglo I a.C. evidencian el estrecho vínculo existente entre la Alquimia y la astrología, la magia y el simbolismo secreto. Y es que, ante todo, se le atribuye al hermetismo la “Tabula Smaragdina”, en la que se resume en forma de tesis la totalidad de los conocimientos sobre la Alquimia. En realidad estos textos están considerados como los textos básicos de la Alquimia esotérica.
El propio atanor va acompañado fundamentalmente de vasijas destilatorias que fueron usadas por los doctos religiosos en las misteriosas operaciones que conducían a la obtención de licores medicinales y el agua de la vida o “Aquae Vitae” de la que habló Jesús de Nazaret.
La mayoría de estos brebajes comenzaron empleándose como panaceas para las enfermedades -como émulos del Elixir, y terminaron convertidos en fuentes artesanales de ingresos. Así se dio origen a licores como benedictine, chartreuse, mistela, cervezas y otras variedades locales de alcohol destilado que por cierto están riquísimas tomadas con mucha moderación. ¿No les parece fascinante este conocimiento legendario?
El autor de este artículo de opinión es Periodista Licenciado y Colegiado, con cuarenta años de experiencia, y Oficial de Aviación Reservista Honorífico, entre trece titulaciones.
Mi seudónimo es Liu Suria. (Un seudónimo es un nombre o ‘alias’ utilizado por un periodista en sus actividades, en vez del suyo propio, pero en realidad es mi nombre espiritual.)