El carril-bici de Roquetas de Mar parece no estar muy bien definido para muchos de sus usuarios, que amando el riesgo o por encontrarlo más útil se puebla de minusválidos que se consideran con derecho a utilizarlo por el mero hecho de tener que transitar en silla de ruedas, deportistas haciendo footing que piensan está más adecuado para su práctica y ven mínimo el riesgo a entrar en colisión con ciclistas por estimar que éstos la provocarán y por peatones que prefieren esquivar bicicletas a tropezar con la masa peatonal que camina por la acera del Paseo Marítimo donde se encuentran los top-manta.
Dada la situación se hace necesaria la intervención municipal, que en una semana ordenando el tránsito por el carril-bici resolvería el problema con el que se encuentran muchos ciclistas por el multiuso de esta vía.