Tres meses después de que Karolina K., una niña rusa de 13 años, apareciera muerta en su piso en Mataró (Barcelona), el crimen podría haberse resuelto.
La Policía ha detenido en Alemania por el terrible asesinato a su hermano Stefan, de 16 años, y que había desaparecido coincidiendo con el crimen.
El joven desapareció el mismo día que encontraron el cadáver de la niña degollada. Desde un principio, los Mossos empezaron a buscarlo pero sin vincularlo al crimen, sino porque creían que también estaba en peligro.
De hecho, la Policía y la madre temían que el asesino también lo persiguiera porque todo apuntaba a una venganza contra la madre, que los días en que se cometió el crimen estaba en Rusia celebrando el cumpleaños de su hijo mayor y había dejado solos en casa a los hijos pequeños.
Al no tener noticias suyas, la madre pidió a unos amigos que fueran a comprobar si los niños, que hacía pocos meses que vivían en Mataró y prácticamente sólo hablaban ruso, estaban bien. Cuando estos consiguieron entrar en el piso, encontraron el cadáver de la niña en una habitación llena de sangre y como el hermano había desaparecido.
Sin embargo, ahora los Mossos aseguran que el chico habría huido después de matar a su hermana. Los investigadores, sin embargo, le siguieron la pista y, después de que llegara a Alemania, la Policía lo detuvo días después del crimen.
Ahora, ha sido extraditado a España y ha sido puesto a disposición de las autoridades judiciales.
Stefan ha ingresado en un reformatorio acusado del asesinato de su hermana Karolina.
Las investigaciones se centran ahora al descubrir los motivos y las circunstancias de este crimen. El caso, mientras tanto, continúa bajo secreto de sumario.