{mosimage}El famoso lema “juntos podemos” ha calado en el pueblo americano haciéndolos conscientes de que otro mundo es posible, han sabido interiorizar que es trabajo de todos conseguir una vida mejor olvidando por fin esos miedos que los han llevado, a ellos y al resto del mundo, a la mayor crisis que se ha conocido: económica por el afán de ganancias desmesuradas de quienes más tienen –avaricia-, y de paz y convivencia por una hegemonía basada en la capacidad de destruir al contrario. Incluso en oriente próximo se ha hecho la paz ante este tsunami de esperanza.
Mientras que los americanos han hecho piña frente al reto que esto significa, en España que sucedió lo mismo cuando decidimos cambiar la filosofía del miedo y la confrontación, por la alianza de civilizaciones y el talante de Zapatero, no dejaron de bombardearnos con el vaticinio de los peores males y el tremendismo de quienes quieren imponer el que “cuanto peor, mejor”, sin querer aceptar lo que piensa el resto de españoles que “cuanto mejor, mejor”.
Me dan pelusa estos americanos que saben unirse para hacerse grandes, mientras que aquí prefieren que nos hundamos en la miseria con tal de que el poder continúe en las manos de quienes sólo buscan el poder que han tenido siempre, a costa de un pueblo que nunca ha merecido semejantes gobernantes.
Del miedo a la esperanza
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