En los nuevos modelos de negocio y de producción se exigen más objetivos a sus directivos. Se necesitan líderes visibles que puedan proporcionar seguridad y un buen ambiente de trabajo. Ante estos retos, nada es más eficaz que tener acceso a un coach especializado en habilidades de liderazgo en la empresa.
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¿Cuándo es el momento adecuado para recurrir a un coach?
La respuesta más sencilla es siempre. La más justa es probablemente cuando el líder del equipo siente que necesita nuevos pensamientos, estrategias y comportamientos para resolver los retos del día a día.
Muchas empresas y organizaciones han desarrollado estructuras basadas en el trabajo en equipo, pero sólo unos pocas trabajan en conjunto de forma eficaz. Uno de los factores que distingue a los equipos directivos de alto rendimiento es que tienen acceso a un coach de equipo que trabaja para desarrollar los procesos de trabajo.
El coaching se describe a veces como el futuro del desarrollo de las habilidades. En este caso, el futuro ya está aquí. Cada vez más, los entrenadores profesionales se utilizan como recurso interno y/o externo en las organizaciones que invierten en su personal, en su liderazgo y en la consecución de sus objetivos. El coaching sirve para encontrar soluciones a los problemas, pero sobre todo para hacer que lo que es bueno sea aún mejor.
Este entrenamiento también puede describirse como un proceso que desbloquea y desarrolla el potencial de un individuo o grupo. Es una forma de comunicación y colaboración que promueve la acción y el aprendizaje a nivel personal o profesional sensibilizando, desafiando y motivando con un enfoque en el presente, el futuro y las soluciones en lugar de ahondar en los problemas y en las preguntas sobre el por qué.
¿Cómo trabaja un entrenador profesional?
- Explora, aclara y mantiene la conversación en el marco de lo que quiere el cliente
mediante la escucha activa y la presencia. - Fomenta el autodescubrimiento del cliente mediante la comunicación directa.
- Plantea preguntas de peso para ayudar al cliente a obtener nuevos conocimientos y soluciones.
- Crea las condiciones adecuadas para que el cliente se responsabilice y progrese.
El coaching consiste en ver las posibilidades. Pero no se trata de hacer oídos sordos al realismo, de ignorar las limitaciones o de ignorar las dificultades. Un coach es un compañero que, conociendo el proceso, puede acompañarte, y lo hará, a través de las dudas, los obstáculos y las emociones conflictivas cuando quieras cambiar algo.