El 8N, CC.OO. vuelve a la calle para exigir a la Junta que termine con el problema
estructural del sistema educativo que sigue paliando con Programas como
Proa.
Hoy, lunes, 8 de noviembre, a las 12:00 horas, CC.OO. Enseñanza Almería,
nos hemos concentrado ante la sede de la Delegación Territorial de Educación
de Almería, para reclamar a la Junta que incremente las plantillas de
Orientadores y orientadoras, de profesores de Pedagogía Terapéutica (PT) así
como de AL (Audición y Lenguaje) y Profesional Técnico de Integración Social
(PTIS). Además de exigirle que ponga fin al problema estructural del sistema
educativo andaluz que el año pasado palió con el Programa Proa +
aumentando la contratación de estos trabajadores y trabajadoras en los
departamentos de orientación de los IES y en los Equipos de Orientación
Educativa (EOE) de las diferentes provincias.
En este sentido, el Secretario General de CC.OO. Enseñanza Almería, Juan
Pallarés, ha manifestado “que no se entiende si el Gobierno Central ha
aprobado la distribución de más de 250 millones de euros en el curso
2021/2022 para invertir en Políticas Educativas en Andalucía, que la Consejería
de Educación haya tardado tanto tiempo en poner en marcha el Programa de
Unidades de Acompañamiento y Orientación Personal y Familiar que va
destinado a atender a la diversidad y supondría la contratación de
Orientadores/as.”
CC.OO. viene denunciando desde hace varios cursos académicos la carencia
de Orientadores y Orientadoras. Este año, la situación de este colectivo se ha
agravado bastante. Los centros se encuentran desbordados por la carga de
trabajo sin poder asistir correctamente al alumnado, lo que implica diagnósticos
tardíos que se dilatan en el tiempo y perjudican claramente a las niñas y niños
andaluces. Mientras que la Unesco recomienda una ratio de 1 orientador/a para
cada 250 alumnos/as, en España la ratio es de 1 por cada 1000.
“Esta ratio tan elevada, continúa Pallarés, hace imposible trabajar en
profundidad en el ámbito académico y mucho menos en otros campos tan
importantes como la prevención de la violencia machista, del acoso, o la
promoción de hábitos de vida saludables. Ratios como la española no permiten
que el servicio de asesoramiento sea “efectivo”. Lo que deriva en dos
problemas fundamentales a corto–medio plazo: El abandono escolar temprano
y la tasa de desempleo juvenil. En Andalucía, ambas cifras de las mayores de
la zona Euro.”
“Se necesitan, al menos 1 Orientador /a por cada centro de Primaria y que se
cuenten las unidades de Bachillerato y Formación Profesional para asignar el
número de orientadores y orientadoras en los IES. Los CEPER que cuenten
con alumnado NEAE deben tener al menos otro profesional responsable. Que
las plantillas de los EOE deben completarse con profesorado de AL,
Trabajadores/as Sociales y Maestros/as de compensatoria, poniendo fin a las
itinerancias y el compartir centros educativos entre distintas localidades.”
“Los orientadores y orientadoras necesitan invertir tiempo en el alumnado,
estudiar cada caso para tener impacto en las decisiones que toman. Por tanto,
la baja contratación de este tipo de profesionales perjudica a los estudiantes
con perfiles socioeconómicos más bajos, al no tener redes familiares con
formación superior que les sirvan como guía y les motiven y desarrollen sus
potencialidades. Lo que les lleva a la pregunta: ¿qué sentido tiene seguir en la
escuela? Y, a lo que sigue el abandono de la misma. Un año más nos hacemos
con el podio de un triste ranking a nivel nacional: el 21,8% de tasa de
abandono escolar. Sólo por detrás de Ceuta y Melilla.”
Todavía queda pendiente implantar el Programa Proa + Transfórmate que
prevé la contratación de profesorado PT y AL para zonas ERACIS (Estrategia
Regional Andaluza para la Cohesión e Inclusión Social), y, centros que tengan
compensación educativa en las enseñanzas de Educación Primaria, ESO y
Bachillerato.
“Me pregunto, continúa el responsable sindical, por qué sigue la Consejería
dilatando estas contrataciones tan necesarias para la Educación Pública
andaluza”. Cuando además, afirma, “en el acto de toma de posesión del Señor
Imbroda la atención a este tipo de alumnado era una apuesta firme de su
gobierno.”
Por todo lo expuesto, concluye Pallarés, desde CC.OO. creemos más que
necesaria esta concentración con un objetivo firme: Poner fin a estas medidas
coyunturales con Programas que tienen corta duración en el tiempo (hasta
2024) y sólo parchean graves problemas estructurales del sistema que lo que
realmente necesita es estabilizar, consolidar y aumentar las plantillas.”
Recordamos que la atención a la diversidad no es sólo un imperativo legal, sino
una responsabilidad para las sociedades avanzadas y democráticas. En
definitiva, educar en la equidad supone pensar en una escuela para todos y
todas que incluya las diferencias y reduzca las desigualdades, permitiendo que
nuestras niñas y niños avancen en su crecimiento personal.
Por último, es necesario poner sobre la mesa con datos que, una mala calidad
de la enseñanza pública conlleva a que la tasa de desempleo juvenil en nuestro
país en general y en Andalucía en particular, sea la mayor de Europa. En el
año 2020 y coincidiendo con la pandemia mundial del COVID–19, ésta según la
EPA, se incrementó en un 10% lo que hizo que el paro entre los jóvenes se
situara en un 40,13%*. Para encontrar peores datos habría que remontarse al
año 2016 (42,92 %).
En Andalucía, la tasa de desempleo de los menores de 25 años llegó a superar
el 52% en el último trimestre de 2020. La EPA correspondiente al segundo
trimestre de 2021 refleja que el porcentaje de población juvenil parada ha
bajado hasta el 47,01%. Lo que sigue siendo una barbaridad.
Durante este año, si bien es verdad que la tasa de desempleo juvenil ha
descendido considerablemente, situándose en un 30,6% en septiembre,
seguimos siendo el país de la eurozona líder en paro juvenil. Doblando la tasa
comunitaria en 15 puntos por encima de la media de la zona euro que tiene un
paro juvenil del 16%. Alemania, una vez más, es el país con la menor tasa, un
6%. Austria y Malta tampoco superan el 10%, con un 9,5% y 8,4%
respectivamente. Por debajo de España están Grecia, con un 36,3% e Italia
(33,7%). Esas cifras en la práctica quieren decir que casi 4 de cada diez
menores de 25 años en España están en paro.