Los medios demasiado ocupados con la guerra de Ucrania no tienen tiempo para ocuparse
del activista australiano que tantos quebraderos de cabeza la causó la “inteligencia”
de Estados Unidos.
Justo el día de conmemoración de los derechos humanos
la justicia británica rechazó el recurso presentado por los abogados del
periodista Assange para su extradición a Estados Unidos.
Los medios occidentales han corrido un tupido velo ante
este hecho que supone el hachazo final a la libertad
de expresión en Occidente , si es que algo, en el
momento actual pues, quedaba de ella.
Su “culpabilidad” se basa en que destapó
las vergüenzas no sólo de USA sino de
muchos políticos de élite en una
serie de documentos en donde
esto que decimos queda
formalmente y verídicamente
atestiguado.
No tenemos nada ya que celebrar
ya que si no tenemos libertad queda
claro que hasta en Occidente es todo
una puerta falsa con luces de colores
para apaciguar y aparentar.
La extradición de Assange
es un martillazo dictatorial
a la libertad de prensa y con
esto dicho ya se acabó lo
poco que quedaba de ella.
Los premios hoy deben de ser para
los seres humanos valerosos y
solidarios con la causa final del
ser y no para los del escaparate
que tanto ansían proteger
su propia imagen y tienen
un miedo pavoroso
a ser criticados.
El fundador de WikiLeaks se debe
al premio Nobel de la Paz por su
atrevimiento, coraje y por poner en
tela de juicio las abominaciones
de los Estados Unidos de América
supuestos comandantes de la libertad
en Irak y otros lugares.
¿ Que tanto nos pensamos que es
Estados Unidos ? Si sólo es un
país y además en franca caída.
La historia humana en el tiempo decidirá
donde está el lugar real de estos seres
atrevidos si entre todos no somos
capaces de elevar a este tipo
de personas.