‘Apparátchiki’ jacobinos en Podemos contra Andalucía

A Andalucía, Autonomía declarada Nacionalidad Histórica no sólo sobre el papel, tratan de que malviva en perenne subordinación, en minoría de edad perpetua. Así toda madurez política, la autogestión de nuestros recursos y servicios, deja de ser un Derecho reconocido en el Estatuto y su propia ‘constitución’, para convertirse en un ‘favor’ de las camarillas de Madrid, al estilo de los de El Padrino.

Estos sedicentes ‘demócratas’ que cargan contra el proceso de confluencia con IU en la Nación del Guadalquivir solapan que la Corriente Anticapitalista que denuestan obtuvo una mayoría abrumadora de cerca del 90% de los votos, que respaldaron a Teresa Rodríguez y a su programa. Sin embargo, ¡qué curioso!, son los mismos que intentan, teledirigidos por Echenique con presuntos montajillos, menoscabar a nuestra tierra con comparativos agravios frente a las formaciones coaligadas con Podemos en Catalunya, Galiza o Valencia. La Ley del Embudo por sistema. De la línea Duero-Ebro para arriba pluralismo y buen rollito, a los parias del ‘sur’ el látigo del partido único ‘leninista’ y de las JONS.

Y dejo constancia que no es posible nuestra coincidencia con IU, con la que sí compartimos su firme posición en la defensa de los trabajadores y con respecto a la Separación Iglesia-Estado, aunque algunos de sus ediles puntualmente tengan vocación de monaguillos, participando a título oficial en actos litúrgicos. Nuestras discrepancias vienen de la mano de que la formación de Alberto Garzón y Maíllo está supeditada al ‘politburó’ del comité central. Y no sabemos si será mejor esa lacayuna posición genuflexa al Km. 0 del imperio, que lo de ese autodenominado ‘andalucismo’ en estado de permanente servidumbre a la totalitaria teocracia de Roma, y sus depredadores agentes en la sombra.

Nos parece una vergüenza que el Aparatito Piramidal de la camarilla de la ‘nomenklatura’ de Vistalegre II niegue a paisanos nuestros unos derechos que sí tienen reconocidos al norte del mismo Estado. Y que la heraldo de esta bazofia antidemocrática sea una señora apellidada Franco, aun casualmente, nos sumerge desde la profunda inquietud en la zozobra. Veréis, machirulos o machorronas al servicio acrítico del pequeño timonel de Galapagar, el inalienable Derecho a la Autodeterminación de los Pueblos forma parte universal del ámbito de los Derechos Humanos, no es una ‘gracia’ que debamos esperar de ninguna Pilar Primo de Rivera camuflada de socialdemócrata o de cualquier tuitero demagogo barato.

A las colonias del ‘sur’ verticalismo, obediencia, vasallaje… y ni un detallito de color por parte de cierto nacionalismo españolero progre o ‘andalucismo’ inciensado que ya hieden. No representa ninguna novedad entre cínicos sujetos que sólo conciben una democracia si es ‘orgánica’. Estómagos agradecidos al Ministerio que les paga la soldada. La Libertad de Conciencia y de Cátedra siempre se la han pasado por el arco del triunfo, como buenos cainitas intrigantes por los departamentos universitarios o en los despachitos de las sedes..

Con este rodillo españolizador impulsado por el criollo argentino Echenique – exafiliado a Ciudadanos – y sus peleles en la colonia-‘sur’, Podemos renuncia a ampliar su base electoral en Andalucía, La Mancha, Extremadura, Murcia y Canarias (si no le espera aquí un descalabro en próximos comicios). Deberíamos alegrarnos, pues no formamos parte de ese partido, si bien por puro ‘fair play’ no nos agradaría en el futuro – si existiese una verdadera Separación de Poderes – competir con un adversario reducido a piltrafa rojigualda de la Reacción, sólo apto para hacer en el mejor de los casos de ‘tonto útil’ del Susanato, y en el peor de mamporrero de Falangito Rivera. Que haya tenido que hacer gratis de palanganero sociata en el nuevo gobierno del ‘Noesnoperosí’ Sánchez, no significa que esa receta sirva con el cortijero partido de los EREs, no menos inmerso en casos de corrupción que el de la Gürtel.

Lástima que la autoproclamada ‘izquierda’ subvencionada por el Estado haya olvidado aquella frase del gran Pablo Iglesias (el tipógrafo gallego, no el del burguesón chalet), cincelada en nuestros espíritus hace un siglo sin que haya perdido ni un ápice de validez: ‘Libertad y justicia, no hay otra fórmula’.