“La Historia se repite”, reza el proverbio. Hemos pasado en tanto solo un año a sentirnos defraudados con la clase política desde la indignación que nos provocó el latrocinio del partido político que sostenía al Gobierno, y bendita sea la crisis económica por haber sido el detonante que despertó conciencias y la confianza en que se inspiraron los gobernantes porque gracias a ellos hemos conocido sus fechorías.
Echando la vista atrás recuerdo el impacto que me produjeron las declaraciones del entonces líder emergente Pablo Iglesias, que, sin reparar en el programa de acción gubernamental, lo primero que exigió fue la Vice-Presidencia y una ingente cantidad de sillones en la mesa del Consejo de Ministros, lo que, en mi humilde opinión, hundió su credibilidad y con ella la de la clase política dirigente, por mí denominada casta y por él popularizada hasta convertirle en una referencia de su acción política.
Quien se había erigido en paladín de una nueva era en la Historia de España, que conllevaría la regeneración política y la refundación del sistema político que nos dimos hace cuarenta años, ha resultado ser más carpanta que los criticados, pues no conozco ningún acuerdo político que haya comenzado por los sillones que se ocuparían en el Consejo aunque siempre estuvieran encima de la mesa de negociación. Si Pablo Iglesias lideró el movimiento de la indignación y fue capaz de atraerse al descontento popular, no es menos cierto que ha sido igualmente el líder de la decepción, porque gracias a él, y solo a él, los españolitos y españolitas de a pie no contamos a fecha de hoy con un Gobierno estable por mucho que esté sosteniendo al de Pedro Sánchez. Una situación que me afianza, aún más si cabe, en un final de etapa, tanto en cuanto al sistema político como a sus dirigentes.
Esta etapa me recuerda el celebérrimo slogan de Don Manuel Fraga Iribarne para fomentar el turismo en nuestro país: ‘Spain is different!’. Slogan que cambió para siempre la imagen de España y que fue respondido por algunos de sus críticos con el soterrado proverbio de que ‘Europa comienza en los Pirineos’. Y lo cierto, a tenor de los hechos, es que ambos tienen visos de certeza, si nos atenemos a que el responsable gubernamental más chorizo es el mejor valorado, el personaje político más impresentable es el mayor respaldo cuenta, y un largo etcétera que están en la mente del amable lector que distrae su tiempo en este espacio periodístico. Para culminar el agravio que supone la ostentosidad que practican nuestros cargos públicos frente a los centros de asistencia social y la imagen que se ofrecen todos los días en los contenedores, escuchamos impotentemente como algunos ‘Padres de la Patria’ demandan mayores emolumentos y para ello recurren a Centro Europa, y muy particularmente a Alemania, pero no dicen que un Ministro de la RFA tuvo que presentar su dimisión por haber falsificado un título universitario en su incipiente juventud, al tiempo que infravaloran el latrocinio existente en nuestro país, todavía llamado España a tenor de los Reinos de Taifas en que algunos desean convertirlo.
A propósito recordaré que era justamente este patio de monipodio al que nos encaminamos fue lo que supuso la escisión en Alianza Popular y a la que con gran éxito condenaron a la ultratumba, cuando yo me estoy encontrando con personajes políticos más fachas, además de los de Vox, que los que decían estábamos en AP, de ahí que sin pudor alguno me atreva a seguir manifestando que el PP es además de una sociedad mercantil un partido político neonazi, porque todos coincidiremos en que Franco ordenaba matar y ahí se acabó la historia, pero el Partido Podrido provoca enfermedades mortales para eximirse de culpabilidad pero no consiguen lavar sus conciencias, y como Hitler también inspiraba su acción política en los sentimientos nacionales; pero es que en un acto que de coherencia que debe honrar a esta fuerza política es la única existente en el parlamento español que no ha denunciado al Régimen Franquista.
Tengo el posible defecto de colocar lo personal en la cúspide de la valoración del personaje político, y en este sentido señalaré que poseo un cierto grado de admiración a mi paisano de adopción Pedro Sánchez, Candidato a la reelección como Presidente del Gobierno por el PSOE. Solo diré en este momento que a Pedro Sánchez le están volviendo a hacer la campaña electoral el grupo de correligionarios encabezados por Susana Díaz, y a ello habrá que atribuir su presumible fracaso electoral y no a la coalición Izquierda Unida-Podemos. Por último señalaré que vi a Albert Rivera al finalizar la jornada electoral de los comicios europeos, pese al respingo que dio un Diputado en Cortes de Ciudadanos cuando se lo conté, como el líder de la Derecha Civilizada y Sociológica, pero para ello hay que tener voluntad en Cs y que la clase política dirigente del PP se jubile laboralmente.