La proliferación de almerienses que por haber pasado un corto espacio de tiempo en zona castellana, haber tratado con castellanos o por imitar a éstos, han adoptado el seseo como forma habitual de hablar está produciendo una cierta mofa en el ciudadano de a pie. Bien es verdad que en una zona muy reducida del Levante Almeriense con epicentro en Antas se sesea con un deje alejado del castellano pero cercano a la vecina Murcia de la cual lo ha adquirido. La demanda del amerienses castizo y de a pie es que hay que hablar como siempre se ha hablado, con un lenguaje original y castizo, sin complejos y sin renunciar a la tierra que a los almerienses les ha visto nacer y no dejarse influir tan fácilmente por el acento castellano, que en algunos residentes en la provincia de Almería producen carcajadas el querer hacerse "más fino" cuando eso es auténticamente falso.