Albert Boadella es un genio sobre el escenario. Teatro en esencia pura durante cinco décadas de vida profesional, siendo ya un joven y ágil septuagenario. Se atreve con todo, cuando está sobre las tablas. No tiene pelos en la lengua. Es un actor sencillo, cínico e inteligente que el pasado viernes deleitó al público que acudió al Teatro Auditorio de Roquetas de Mar para ver ‘El sermón del bufón’. Boadella a lo largo de hora y media se desdobla en el escenario a modo de monologo. Aparecen Albert el niño y por otro lado Boadella, el actor.
Boadella a lo largo de hora y media hace un recorrido por grandes momentos de su vida, y lo hace además con ese humor tan particular que destila el actor y director de teatro. Eso sí, cada frase que Boadella lanza en este monologo está muy bien estudiada, ya que hay momentos de risa, otros momentos sirven para que el actor exponga su forma de pensar sobre diversos temas. Se escapó de la cárcel, fue amenazado de muerte, sus compañeros acuchillados, boicoteadas sus obras…
A lo largo de la noche aparecen en una gran pantalla, momentos vividos con su grupo Els Joglars a lo largo de su dilatada trayectoria artística. Apoyándose en esas imágenes por el escenario aparecen personajes como Jordi Pujol o el rey emérito Juan Carlos I. Boadella no tiene pelos en la lengua al criticar a Pujol y destacar lo cachondo que es el rey emérito. Pero la cosa no queda ahí. De Pujol recordó que le conoció para pedirle un crédito para Els Joglars, y parodiando sus movimientos, reconoce que le decepcionó cuando pidió a su secretaria “el dossier Els Joglars, que solo contenía un recorte de prensa de una única actuación nuestra. Ahí conocí al personaje”, lamentó irónico.
Boadella no se corta un pelo al asegura que la mayor parte de las obras que están en el Museo Reina Sofía son perfectamente prescindibles, incluido el Guernica, de Picasso. El tema del nacionalismo catalán aparece en más de una ocasión sobre el escenario. Albert Boadella siempre ha tenido las ideas muy claras en ese sentido, pero lo mejor es que todo lo que dice lo hace con un gran sentido del humor. “La vida, la muerte y el teatro, con música son más llevaderos”, dijo Boadella.
Tras la representación de la obra, Albert Boadella, acompañado del teniente de alcalde, José Juan Rodríguez, y el director del Teatro Auditorio, Juan José Martín, descubrió la butaca de honor que lleva su nombre. La butaca 4 de la Fila 1 desde el viernes lleva el nombre de Boadella. El actor se mostró muy agradecido de recibir tal distinción en un día tan especial, el de la declaración de independencia del parlamento catalán. “Se agradece y se acepta en un día triste para este país, para España. Espero que se solucione, pero vamos a ganar porque los buenos somos nosotros. Si la cosa va tan mal por lo menos siempre podré venir a sentarme aquí en esta butaca”, dijo, poniéndose un cinturón con la bandera española y escuchar algún grito de !Viva Cataluña y España! del entregado público. Boadella se une a los nombres de Lola Herrera, Concha Velasco y Nuria Espert en el reconocimiento de Roquetas de Mar a su trayectoria teatral recibiendo la Butaca de Honor del Teatro Auditorio.