VOX ha ofrecido esta tarde una Mesa Sectorial temática bajo el título ‘La Mujer con VOX propia’, en la que ha contado con opiniones tan relevantes como la del juez Francisco Serrano, su número uno en el Parlamento andaluz, y con la de la profesora y escritora A. Beatriz Montes, autora del libro ‘Frente a la ideología de género, educar en libertad desde la infancia’. La actividad ha estado moderada por Cristina García, vicesecretaria provincial de movilización de la formación.
Francisco Serrano se ha definido como alguien que “lucha por la libertad y la igualdad” y destacado la represión que sufren en estos momentos los que defienden esta postura y la Constitución, pero recordado que “siempre nos va a quedar la voz, que es lo que significa VOX, para los almerienses, andaluces y españoles”.
Se quejó de las restrictivas leyes que se están formulando, que restringen notablemente las posibilidades de los jueces a la hora de dictaminar y reclamó igualdad en el tema de la Violencia de género para hombres y mujeres, puesto que afirmó en que estos momentos, se está desarrollando una tendencia que podría considerarse discriminatoria para el varón y realizó comentarios de la forma en la que se encaran los problemas de ambos en los casos de conflicto entre representantes de ambos sexos, masculino y femenino. No obstante, también ha recordado cómo, hace más de 20 años, fue el primer juez en dictaminar unas medidas de alejamiento en un caso de malos tratos a hijos y cónyuge, basándose, simplemente, en el artículo 15 de la Constitución Española. Y se quejó de cómo estas leyes actuales van a “destruir la familia”. Ha explicado claramente su postura, de cambiar la llamada Ley de Violencia de Género por otra de protección contra los malos tratos, sin importar que la víctima sea uno u otro. Y ha destacado que reconoce que, aunque la ley necesite ajustarse, sigue habiendo malos tratos y exige el más duro castigo para los que los ejercen, con la frase “el maltratador que se pudra en la cárcel”.
Por su parte, la profesora Montes se ha quejado amargamente de las normas actuales, que llevan el alejamiento no sólo a la figura de las esposas, sino también a la de los hijos y todos los problemas que a los menores conllevan estas decisiones. Ha destacado la importancia del padre en la educación de los niños y los problemas que la estadística demuestra que tienen los pequeños cuando se educan sin la presencia de sus padres, que les aporta juegos más dinámicos, una más fácil y rápida madurez, una mayor empatía para la convivencia. Reseñado cómo “con la complicidad del Estado” se puede dictar una orden de alejamiento como medida preventiva en un caso en el que, después, no se halle culpabilidad del hombre, que podría estar alejado de sus hijos alrededor de dos años, y, tras este periodo, ya se sufren grandes dificultades para “recuperar al hijo”.