RESPUESTA DE LA CONSEJERA CARMEN ORTIZ AL PP SOBRE AYUDAS PAC |
Las pérdidas que van a sufrir los agricultores y ganaderos andaluces en las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) respecto al anterior marco son datos reales, obtenidos a partir de las liquidaciones de pago que ya se están realizando.
El pasado mes de mayo, con los datos de la asignación definitiva de derechos, desde la Junta se informó de que se iban a recibir unos 900 millones de euros menos de las ayudas de la PAC hasta 2020. El PP dijo entonces que eran unos resultados precipitados, acusó al Gobierno andaluz de mentir e inventar cifras y dijo que aún no se podía saber el alcance de la reforma porque los pagos no se realizaban hasta octubre.
Pues bien, ha pasado octubre, se han iniciado los pagos y ahí están los datos. Y la realidad es tozuda, por más que el PP se resista a aceptarlo. Una vez que se han empezado a hacer los pagos, los datos dicen que Andalucía va a percibir en el nuevo marco 891 millones de euros menos que en el anterior, como consecuencia del modelo con el que el Gobierno ha aplicado en España la reforma la reforma de la PAC.
El PP, a través de su presidente andaluz, Juanma Moreno, asegura que el nivel de ayudas directas, las que reciben los agricultores y ganaderos andaluces para mantener sus explotaciones, va a ser el mismo. Y eso no es así. La realidad es que los agricultores y ganaderos andaluces van a sufrir un recorte anual de las ayudas de 94,6 millones de euros. Es decir, que en el conjunto del periodo, hasta 2020, van a percibir 605,1 millones de euros menos en ayudas directas.
En cuanto a desarrollo rural, el PP dice que Andalucía pierde unos 200 millones por una mala gestión de la Junta.
Pierde más. Andalucía recibe 286 millones de euros menos de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (Feader) y no lo hace por una mala gestión de la Junta, sino por una decisión del Gobierno del PP. El reparto entre las comunidades autónomas de la asignación de estos fondos que corresponde a España la realiza directamente el Ministerio, que decidió que Andalucía recibiera en el nuevo marco 211 millones de euros menos que en el anterior, la única comunidad autónoma, por cierto, a la que se le ha reducido la asignación, casi un 10%. A estos 211 millones de euros hay que unir los 75 millones de euros en los que se reduce la aportación del Estado en coofinanciación. En total, 286 millones de euros menos en desarrollo rural.
Una vez más, el PP intenta confundir a los ciudadanos, pues la asignación de los fondos nada tiene que ver con la gestión de los anteriores. Este reparto lo hizo el Gobierno del PP de manera unilateral y arbitraria. La asignación de los fondos la realizó el ministro Arias Cañete en enero de 2014, es decir, casi dos años antes de que se cerrara el periodo de ejecución de los Planes de Desarrollo Rural del marco anterior, en diciembre de 2015, y por lo tanto sin que se supiera aún el grado de ejecución que iban a tener.
Andalucía nunca ha tenido que devolver a la Unión Europea Fondos Feader por falta de ejecución, como sí ha ocurrido con otras comunidades autónomas gobernadas por el PP.
El recorte en las ayudas directas a los agricultores y ganaderos, 605,1 millones, es diez veces mayor que el que el Gobierno de España estimó
Manuel Jiménez Barrios, vicepresidente de la Junta de Andalucía
La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, ha confirmado al Consejo de Gobierno que Andalucía perderá 891,1 millones de euros con la Política Agrícola Común (PAC) hasta 2020 respecto al anterior periodo 2007-2013. De acuerdo con las cuentas realizadas por su departamento, y una vez cerrado el primer ejercicio de aplicación del nuevo marco, la pérdida anual asciende a 94,6 millones en ayudas directas, con un total previsto de 605,1 millones para 2014-2020.
A esta cantidad se suman los 286 millones en fondos de desarrollo rural que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recortó a Andalucía, única de las 17 comunidades autónomas a la que se le redujo este presupuesto (211 millones de fondos europeos y 75 de la cofinanciación estatal).
En el caso de las ayudas directas, los agricultores y ganaderos andaluces sufrirán un recorte que el Ejecutivo central siempre negó, pese a las advertencias de la Junta. El ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, calificó en su momento de “disparatadas” las estimaciones iniciales de la Administración autonómica y llegó a garantizar que el sector agrario andaluz perdería como mucho el 0,67% en ayudas directas (60 millones de euros), cuando la realidad es que va a perder un 6,16% (605,1 millones).
La rebaja en el capítulo de pagos directos se debe a dos medidas del Gobierno de España, que no venían impuestas por Bruselas. La primera de ellas consiste en aplicar un recorte del 8,64% en todos los derechos de pago único, lineal en lugar de progresivo, como defendía la Junta. Esto representa una pérdida total de 37,4 millones anuales, lo que suma 261,9 para todo el periodo 2014-2020. También supone el mismo porcentaje de recorte para todos, en lugar de reducir más a los que más cobran y exonerar a los que menos. La rebaja afecta además, por primera vez en la historia de la PAC, a los beneficiarios de menos de 5.000 euros, que en el caso de Andalucía suman más del 80% del total, unos 208.000 agricultores. Para ellos, la disminución se cifra en un 16% respecto a los importes recibidos durante el anterior marco de apoyo.
La segunda de las medidas ha sido la puesta en marcha en 2015 de un nuevo modelo de ayudas directas que incrementa el presupuesto de las denominadas “asociadas” (aquellas que permiten mantener la producción en cultivos con especiales dificultades) pero excluye a sectores andaluces de gran importancia social y económica en riesgo de abandono, como el olivar en pendiente (más de 400.000 hectáreas, el 76% del total nacional), el trigo duro (220.000 hectáreas, 60%) o la uva pasa. La reducción del montante del pago básico para incrementar el de estas ayudas asociadas ha ascendido a 57,2 millones de euros, lo que supondrá una pérdida total de 343,2 millones hasta 2020.
Respecto a los cultivos que sí se incluyen, el diseño de las ayudas se ha hecho a medida del tipo de producción de otras comunidades, sin tener en cuenta las necesidades específicas de explotaciones andaluzas como la remolacha o el caprino de leche.
Por provincias, todas se ven afectadas respecto al anterior periodo 2007-2013, aunque son Jaén y Córdoba las que sufren mayores recortes en las ayudas directas, con 272,1 y 103,7 millones de euros, respectivamente. Estas dos provincias presentan una elevada proporción de pequeños agricultores (que reciben menos de 5.000 euros), además de una fuerte implantación de sectores que han sido excluidos de las ayudas asociadas, como el olivar en pendiente. Les siguen Granada, con una pérdida de 97 millones para el nuevo periodo; Málaga, con 48 millones; Sevilla (45,8); Almería (13,7); Cádiz (13,4), y Huelva (11).