Harta de rotar por dependencias administrativas, Esther Castro González decidió iniciar una huega de hambre a primeras horas de la mañana en el acceso lateral al Ayuntamiento de Roquetas de Mar, donde instaló una tienda de campaña y pegó un cartel en la pared del consistorio.
Es de Jaén y se ha separado de su marido por los maltratos que le infligía, llegando incluso a temer por su vida, contanto con tres hijas y solo posee los 300 euros para manutención que le pasa el padre de las niñas que no quiere saber nada de ellas, por lo que contar con una vivienda en la que habitar con sus hijas y que los 300€ le lleguen a final de mes le supone una ardua tarea. Y ésta es la razón por la que se declaró en la mañana de este miércoles a las 7 horas en huelga de hambre para pedir una vivienda donde cobijarse junto a sus hijas, lo que es consciente de que sólo puede conseguir con la ayuda de la Administración Pública y particularmente de los Servicios Sociales.