Desde siempre la temporalidad laboral a sido una lacra tanto para Mojácar, como para muchos pueblos de costa, cuyo único sector productivo es el turismo, la falta de proyectos enfocados a otros sectores, capaces de abrir el abanico laboral y ampliar los meses que los vecinos de Mojácar cuenten con una ocupación, a ahondado en los vecinos de varias maneras. Unos optan por abandonar el municipio durante los meses fuera de la temporada de verano y otros acostumbrados a vivir con los medios justos durante muchos meses, se conforman con su situación y la esperanza de ahorrar durante el verano, como hormiguicas obreras, lo necesario para malvivir todo el año.
Conlleva esta situación que sean muchos los mojaqueros y mojaqueras que se vean abocados a suplicar a su alcaldesa, peonadas de unos pocos días de trabajo municipal, limpiando algún edificio público o realizando algún apoyo a las plantillas de trabajadores del ayuntamiento. Obligados los vecinos por el paro que repiten año tras año, pero siendo conscientes que para conseguir estos mini-empleos no es suficiente con su valía, se prestan en el mejor de los casos al favor que se les concede, el cual debe ser devuelto en las urnas, agachando la cabeza y vendiendo su dignidad por unas migajas en todo caso insuficientes.
Es tan nefasta la gestión laboral del municipio, que en los meses de apogeo, la situación se revierte de tal manera, que pasa a convertirse en otro problema, los comerciantes las pasan canutas para encontrar empleados para cubrir los puestos que ofertan y en sectores principales en Mojácar como la hostelería, se ha llegado a un punto en el que algunos empresarios desesperados, han tenido que cerrar las puertas de sus negocios durante varios días, en las fechas más señaladas de sus calendarios, por no tener empleados para dar sus servicios, otro contratiempo más que no se ataja, que da la sensación que no importa a los inquilinos del consistorio, ya que en este asunto tampoco apuestan por ninguna acción que lo evite.
Para poner encima de la mesa la nula intención que la corporación municipal tiene en el bienestar laboral de la población mojaquera, hay que tener en cuenta, observando los títulos de las ocho concejalías con las que cuenta Mojácar, todas ellas cubriendo varios aspectos sociales, no encontrareis la palabra empleo en ninguna de ellas, no existe esa concejalía de empleo a la que exigir responsabilidades en este aspecto, no hay un concejal al que se le ponga la cara roja por esta situación, así que como dice el refrán “Muerto el perro, se acabó la rabia.
Me gustaría quejarme de la falta de iniciativas para fomentar un invierno más activo, de la falta de talleres de empleo o cursos de formación, conceptos desconocidos en nuestro municipio. Me gustaría quejarme del poco contacto que se tiene con los empresarios locales, los cuales son una parte primordial a la hora de crear puestos de trabajo y que cuando en alguna época incluso se han asociado para hacerse fuertes en sus reivindicaciones, han sido considerados como enemigos por la corporación gobernante. Me gustaría quejarme también de la falta de ideas fuera del sector turístico que apoyen la ocupación local, de como los jóvenes que salen fuera a estudiar no pueden volver una vez licenciados, por no tener donde colocarse, lo que deja muchas dudas sobre el futuro de Mojácar, un futuro que los mojaqueros y mojaqueros no dejaremos en manos de nuestros hijos ya que estos no vivirán en este pueblo. Me gustaría quejarme que tener la oficina de empleo más cercana a 45 kms, lo cual no parecerá un problema para nuestra alcaldesa, que dudo que sepa llegar ya que no le hace falta acudir allí para nada, pero muchos de sus vecinos si tienen que desplazarse habitualmente. Me gustaría quejarme de contar con una web municipal que no informa sobre posibles soluciones al paro, ni fomenta el emprendimiento como hacen la mayoría de ayuntamientos de todo el país como estrategia habitual .
Así que como no hay una concejalía a la que quejarme, pues me quejo con los medios que me ofrece la pluma, intentando con estas pocas palabras que sean más los que por cualquier medio, en la calle, en sus redes sociales o donde consideren, también levanten la voz y se quejen no solo de la situación laboral de Mojácar, sino también de la desidia por parte de nuestro gobierno municipal que nos lleva a esta situación.
Vamos a ver en la próxima campaña electoral, como trabajan a destajo por conservar sus puestos o los puestos de sus allegados, por seguir almidonando sus sillones y manteniendo su poder, a estos que ya llevan mucho tiempo olvidándose de la situación de los vecinos tendríamos que pedirles el mismo empeño en que el resto de vecinos también trabajen todo el año.