8 de cada 10 compañías medianas no aumentarán su margen de beneficio por culpa de la subida de precios
Un 55% de directivos aplicarán esta subida a sus productos y servicios en la misma proporción
Las medianas empresas cuantifican un incremento en el coste de la energía de un 34% de media en los últimos doce meses
El 57% de empresarios consultados, favorable a implementar la jornada laboral de 4 días
El middle market español muestra su preocupación por la evolución de la inflación, según los resultados del Pulso Express de la Mediana Empresa elaborado por la firma de servicios profesionales Grant Thornton, realizado entre finales de mayo y junio de 2022. Para el 59% de los empresarios consultados, las medidas aplicadas en España no son suficientes para paliar los efectos de la guerra de Ucrania y la inflación, situada en el mes de junio en el 10,2%, mientras que para un 33% las decisiones tomadas son óptimas para revertir esta situación.
El incremento de la inflación ha ocasionado que las compañías se vean obligadas a trasladar a los precios de los productos y los servicios el aumento de los costes de las materias primas o de la energía, pero, aun haciéndolo, muchas de ellas no contemplan obtener márgenes de beneficio. Así, el 55% de empresarios pretenden aumentar los precios exactamente en la misma proporción que los costes, mientras que el 12% prevé incrementar su cuota de mercado asumiendo la pérdida de margen y aumentando los precios en menor proporción que los costes. Menos de un tercio (29%) de compañías consultadas en este estudio incrementarán sus precios por encima de los costes de producción.
Estas son algunas de las claves principales que se desprende del último Pulso Express de la Mediana Empresa Española de Grant Thornton, que mide la salud de las compañías medianas de nuestro país, de entre 50 y 500 empleados, comparándolas con las de Europa y las del resto del mundo a partir de una metodología desarrollada por Oxford Economics. Cada seis meses, la firma de servicios profesionales analiza las perspectivas y barreras para el crecimiento percibidas por más de 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España.
Además de estas medidas directas en los precios, las medianas empresas se plantean otras decisiones para hacer frente de forma significativa al aumento de costes. De esta forma, una de cada dos compañías prevé mejorar la eficiencia y los costes internos. Limitar los costes externos y gastos en proveedores es también una palanca que están activando muchos empresarios. Un 41% prevé hacerlo para contener la subida de los costes mientras que el 30% tiene pensado reducir los niveles de deuda o los intereses. Más de un tercio de las empresas de nuestro país (37%) está elaborando planes y protocolos de actuación para mitigar los riesgos de la inflación.
Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton, “el tejido empresarial español está realizando un gran esfuerzo para diseñar soluciones que rebajen y mitiguen el impacto de la inflación en la subida de los costes. Sin embargo, para poder hacer frente a los peores datos de este indicador en 37 años, es necesario contar con la ayuda de las Administraciones, que garanticen que los gastos no se desboquen y hagan peligrar la viabilidad de muchas compañías. Además, es muy recomendable crear planes de contingencia empresariales encaminados a optimizar toda la cadena de gastos y operaciones”.
La energía, el coste que más ha aumentado para las empresas españolas
A pesar de que los precios han aumentado de forma generalizada con respecto a la edición anterior del Pulso de la Mediana Empresa, los costes energéticos se sitúan como los preocupantes por los empresarios, siendo una de las partidas que más se ha incrementado como consecuencia de la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia. El middle-market español cuantifica un incremento en el coste de la energía de un 34% de media en los últimos doce meses.
Para suavizar este impacto, una gran mayoría de directivos consultados ven como opción principal renegociar el contrato de su factura eléctrica. Un 73% de empresas afirma ya haberlo realizado, mientras que un 17% prevé que tendrá que renegociarlo próximamente. Sola 1 de cada 10 de las compañías encuestadas considera justa su factura actual de gastos energéticos.
Alejandro Sánchez, Socio de Business Solutions y Energía de Grant Thornton, señala que “el aumento de los costes de la energía es el principal problema al que se enfrentan las empresas en estos momentos y es el factor que en mayor medida está impactando al resto de sus líneas de costes. Dado que la factura eléctrica continuará alta en los próximos meses mientras Europa redefine su modelo de suministros internacionales y de sus fuentes principales de generación de energía, las empresas deben ser capaces de optimizar otras áreas de su actividad que compensen este gasto desbocado”.
El incremento en los precios de la energía ha contagiado rápidamente al resto de las partidas de insumos a las que tienen que hacer frente los empresarios. De esta forma, los costes del transporte, muy ligados al aumento en el precio de los carburantes se han incrementado de media un 24%. Según los nuevos datos de Grant Thornton, también las materias primas han aumentado su coste en estos últimos doce meses, lo que ha agravado aún más su situación de rally de precios como consecuencia del shock en la oferta y en la demanda producida durante la pandemia. En este último año, las empresas cuantifican que los precios de las materias primas se han incrementado un 22% de media.
Las medianas empresas españolas también contabilizan el incremento de otros costes estructurales como son los salarios del personal, que han aumentado un 14% de media en los últimos 12 meses. Igualmente, los costes bancarios y los bienes de equipos, han aumentado sus costes en un 17% y un 16% respectivamente.
Buena aceptación empresarial de la jornada laboral de cuatro días
El Pulso Express de la Mediana Empresa también recoge otras preguntas relacionadas con la actualidad económica y empresarial de nuestro país. Así, cabe destacar la buena acogida y aceptación que tiene entre los empresarios consultados por Grant Thornton la introducción de la jornada laboral de cuatro días semanales. Más de la mitad de los empresarios encuestados (el 57%) está de acuerdo en implantarla ahora o más adelante. Un 20% no es favorable, aunque reconoce que estudiaría la medida. Únicamente un 23% de compañías considera que la jornada laboral de 4 días a la semana no es compatible con su negocio.