La asociación de vecinos Veraplayazul alerta que el Salar de los Canos se está vaciando a través de dos boquetes abiertos en la presa o rebosadero que le conecta con la Rambla del Algarrobo. Una megaobra concluida tan sólo hace seis meses, que se ha modificado con unos grandes orificios que provocan la desecación del enclave, que forma parte del Inventario de Humedales andaluces por su riqueza ornitológica, flora y hábitat de, entre otros, la tortuga mora.
Más de 150 especies, 15 de ellas en peligro de extinción, se verían afectadas como consecuencia de una acción que daría la puntilla a un paraje protegido que suma cerca de 60 hectáreas. De hecho, la lámina de agua se va reduciendo tanto en extensión como en profundidad. El grito de alarma ha sido dado por un vecino asociado a Veraplayazul que observó el destrozo de la presa y su afectación al conjunto de la laguna.
El Salar de los Canos es uno de los ecosistemas más importantes de Almería, que acoge la mayor extensión de superficie verde natural de todo el Levante almeriense.
Pulmón verde que es una joya no sólo para las aves sino para el conjunto de veratenses y turistas que pueden disfrutar de él a través de miradores, paseos y actividades de anillamiento y concienciación.
No obstante, el Salar sigue amenazado por la construcción de viviendas, al quedar fuera de declaración de Humedal la parte central. Por ello, en la actualidad vecinos y grupos ecologistas solicitamos a la Junta de Andalucía que lo incluya en el Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas como masa de agua, avanzando en la protección.
Una Rambla que arrambla
Aparte de las grúas o la pala, el mayor peligro de degradación de la laguna lo constituye actualmente el desagüe provocado por los dos boquetes abiertos que ahora denuncia Veraplayazul. Un destrozo de la presa que debería de actuar en caso de subida de nivel del Salar, desaguando a través de la Rambla del Algarrobo para evitar inundaciones en la zona.
La Rambla, sin embargo, se ha mostrado inútil en su objetivo. Una lluvia intensa provoca la inundación de la zona que pretendía preservar. Llueva o no, además, deseca el Salar de los Canos y, por tanto, mantiene inundada una rambla de aproximadamente 500 metros si se suma la parte sumergida y en superficie. Y, para más inri, la depresión imprevista que ha habido que realizar en su final provoca que el mar, en ocasiones, se meta dentro.
Desde la propia laguna hasta su desembocadura en el mar constituye un despropósito, perpetrado por la empresa CODEUR, donde es mayoría el Ayuntamiento de Vera.
La megaobra impacta negativamente sobre todo lo que toca en su recorrido. Como se ha citado pone en peligro la pervivencia de la laguna natural del Salar de los Canos. Acumula después miles de litros de agua en el subterráneo que se construyó en su primera fase. Soterramiento que en su superficie supone cientos de metros de asfalto y adoquines sin ningún tipo de árbol.
Crea, además, un pantano a la salida del subterráneo y retiene el agua en todo su cauce, convirtiéndose en un caladero de suciedad, ratas, malos olores y mosquitos entre urbanizaciones con cientos de vecinos, que asisten asombrados a las consecuencias de una inversión que perjudica claramente su calidad de vida.
Destroza, asimismo, la Charca del Gato, espacio de interés medio ambiental ahora al albur de una regulación o desregulación que nadie entiende.
Y por último, inunda la acera que hace las veces de paseo marítimo, cortando el paso regularmente, y también ha creado en la playa una trinchera que la parte en dos y por donde no sólo sale el agua sino que también entra la procedente del mar al bajar el nivel freático.
La asociaciones de vecinos Veraplayazul, que representa a 10.000 vecinos del litoral veratense, ya ha advertido al Ayuntamiento de Vera de la necesidad de taponar y evitar la desecación de la laguna, así como la urgencia de tomar otro tipo de medidas para paliar los daños que ocasiona toda la rambla.
De igual forma, elevará el SOS a todas las administraciones, incluyendo el Gobierno central y la Junta de Andalucía.
Denunciando y compartiendo con la opinión pública el peligro que corre un paraje natural único, como es el Salar de los Canos de Vera.