Ante todo comenzaré agradeciendo muy emotiva y sinceramente el cúmulo de gestos que mi aniversario produjo el miércoles, que por su significado, al ser el final de una etapa laboral, que por prorrogarla no disminuye su valor y en lo personal por venir del ciudadano de a pie y algún personaje político que le envuelve lo humano. Este aniversario conlleva, además, la liberalización de todo compromiso, lo que supone un incremento de la libertad y, por qué no decirlo, de la independencia que a partir de ahora alcanzarán cotas más elevadas, si cabe, de las que he venido disfrutando hasta ahora, con lo que la conciencia imperará sobre lo demás.
Sirva este obligado preámbulo para tratar sobre la actualidad, que me induce a iniciarla por su escala en el PSOE, sin olvidar que el PP en Almería merece la atención al hallarse insertado en el contexto nacional. Durante las últimas cuatro décadas, que vienen a ser el período democrático, el PSOE ha atravesado por períodos de inflexión aunque el actual parece ser el de mayor calado, en mi opinión, por la modificación que viene padeciendo el espectro político con la aparición de Podemos y Ciudadanos, muy distanciado, siempre desde mi humilde punto de vista, del entonces existente con Alianza Popular y Partido Comunista.
En esa etapa que describo se produjo en similares circunstancias la desaparición de la UCD, pero habría que avaluar la connotación del espectro político de la Derecha que es más práctico que dogmático es la Izquierda, a la que no le afectó tanto la aparición de la coalición Izquierda Unida-Los Verdes pese a contener en su conformación escisiones del PSOE. Es evidente que la Historia nos demuestra que el PSOE no se vio afectado de manera tan igual como al PP le está afectando la aparición de Ciudadanos, y la razón hay que encontrarla en el espacio sociológico que el PSOE ocupaba frente a sus competidores.
Ese espacio socio-político que el PSOE ha venido ocupando es el que ahora le puede hacer verse en una situación similar al del socialismo en Francia, por mucho que la homologación sea prácticamente nula. El gran problema que yo le veo al PSOE en estos momentos es la razón con la que puede pedir su confianza en las próximas Elecciones Generales, porque hoy es para muchos españolitos y españolitas de a pie una copia fiel del PP, y en las circunstancias por las que atraviesa me parece el peor de los ejemplos a seguir. Este hecho, esta confusión que tan incrustada se encuentra en un determinado sector de la ciudadanía, no ha existido en el actual período democrático, lo que no implica la inexistencia de pactos o acuerdos entre todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, lo que me recuerda el error cometido por el politólogo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, al hacerle la mitad del Gobierno a Pedro Sánchez tras su entrevista con El Rey, lo que no quiere decir que esos asuntos no se traten en las negociaciones del programa-programa-programa sino que no se exponen de manera tan frívola.
Por consiguiente, en mi humilde opinión, lo que el domingo lo que se dilucida es si el PSOE será una copia del PP o por el contrario ocupará un espacio autónomo, lo primero encarnado por Susana Díaz y el segundo por Pedro Sánchez. Yo también soy, por tanto, de los que piensan que el más grave error que ha cometido el PSOE ha sido dar el Gobierno al PP, y encima el de Mariano Rajoy, por lo que no debe extrañar que muchos socialistas moderados prefieran votar el original a votar una copia, toda vez que si votaron PSOE en los anteriores comicios fue para no colocar al PP en el Gobierno, y no ha bastado con abstenerse sino que está exonerando al Gobierno y al PP que lo sostiene.